En los años 2007 y 2008: sólo un 31% del
total de empresas eran innovadoras, muy por debajo de países como Austria,
Finlandia o Bélgica, que sobrepasaban el 50%; gastábamos en I+D un 0,4% del
PIB, Hoy en día Chile destina alrededor del 0.67% PIB, aun menor a países
pertenecientes a la OCDE, que es de 2.3%.
Pero el tema no sólo es mayor acceso a
tecnología: sino que se trata de la Tecnología y el progreso tecnológico; la
tecnología es la piedra angular del progreso y el desarrollo del ser humano. A
ella se debe gran parte de los avances económicos y sociales realizados en los
últimos siglos y será útil para resolver los problemas ambientales en el siglo
XXI.
El progreso tecnológico es cómo la
tecnología contribuye al desarrollo, pues permite:
- Reducir los costos, mejorar la calidad, crear nuevos productos y abrir nuevos mercados.
- Usar técnicas relativamente sencillas para generar grandes mejoras en las condiciones de vida.
Por ejemplo, las técnicas sencillas
necesarias para construir sistemas de recolección de agua de lluvia permiten
mejorar enormemente el acceso a agua potable limpia y reducir la incidencia de
diarrea, una de las principales causas de mortalidad en la niñez, en países
donde el agua es un bien escaso.
En
gran medida, el progreso tecnológico marca la diferencia entre las economías en
desarrollo que crecen aceleradamente y las que lo hacen a un ritmo lento. Como
se observa en el siguiente gráfico, la principal diferencia entre las regiones
cuyo producto interno bruto (PIB) per cápita viene creciendo a ritmo acelerado
desde principios de los años noventa (Asia oriental, Asia meridional y los
países en desarrollo de Europa) y aquellas cuyo crecimiento ha sido más débil
(América Latina, Oriente Medio y África) reside en el ritmo al que avanza la
tecnología, medido como el incremento en la PTF.
El crecimiento rápido del PIB per cápita se
traduce en un aumento del ingreso. De esta manera, el progreso tecnológico ha
permitido reducir la proporción de
personas que viven en la pobreza absoluta en los países en desarrollo, del 29%
en 1990 al 18% en 2004.
Es por ello que, el progreso tecnológico
puede generar grandes beneficios, pero también puede tener efectos
perturbadores cuando esos beneficios se distribuyen de manera desigual,
generando gran desigualdad en los ingresos.
Los grandes avances en tecnología y
progreso tecnológico que se han logrado, son sustancialmente debido a las bajas
en las barreras comerciales impuestas por muchos países en desarrollo, lo que
ha intensificado la exposición de economías, como Chile, a tecnologías
extranjeras.
Pero para lograr mayor crecimiento y desarrollo económico es necesario
una inversión mayor en I+D, tal como se expresaba al inicio, esto es lo que
marca la diferencia entre países en desarrollo y países desarrollados. Economías
como la chilena, para ser desarrolladas necesitan una economía basada no sólo
en la explotación de recursos naturales, según expresa Felipe Larraín y Jeffrey
D. Sachs, en su libro Macroeconomía en la economía global, “el progreso
tecnológico, es una de las fuentes más importante para lograr el incremento del
producto per cápita...” progreso que se refleja “como indicador el número de
patentes de productos nuevos...”
Esto se refleja en como por ejemplo “que
los países extraordinariamente exitosos del este asiático (sin perjuicio de la
crisis de 1997-98), como Japon, Korea, Taiwan y Singapur, eran países pobres en
recursos naturales…” pero debido a la introducción de tecnología en sus
economías, experimentaron un mayor crecimiento en el periodo 1975-1995.
En
conclusión, una mayor inversión en I+D hace a una economía más competitiva y con mayores posibilidades de ser economía desarrollada, y por lo tanto, con mayores ingresos per cápita. También trae mejoras en la forma en cómo los bienes y servicios se producen, comercian y ponen a
disposición del público. Mayor Inversión en I+D trae mejoras en toda la Economía.
Artículo de Referencia Tecnologia y Desarrollo WorldBank
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